¿Te abrumas cuando tienes un examen y no sabes por dónde empezar?
¿Estás en época de exámenes?
Estudiar para las pruebas puede ser difícil y a veces ni siquiera sabemos por dónde empezar.
Pero existen estrategias para mejorar tu memoria, los niveles de concentración e incluso tu estado de ánimo.
Las simulaciones de examen permiten acercarse al tipo de preguntas que pueden aparecer en la prueba, y pensar previamente las respuestas. Existen algunas veces en las que tienes la posibilidad de acceder a exámenes de otros años. O incluso a los anteriores del mismo año. De esa manera se puede entender cuál es el formato que propone generalmente el equipo docente, dando la posibilidad de crear un examen de simulación.
Escribir a mano queremos decir. La memoria visual es un factor muy importante, así que lo mejor que puedes ejercitarla. Si escribes a mano en una hoja las ideas importantes de cada tema y además utilizas colores o dibujos conseguirás ver los conceptos de una manera más clara. De esta manera te asegurarás la asimilación de las ideas más importantes y podrás visualizarlas una vez estés frente al examen.
Es una manera de fijar lo aprendido y a la vez de notar en donde nos falta reforzar un poco más el estudio. Son formas de autoevaluarse, mientras a la vez quizás estamos ayudando a alguien más. Pararse desde el lado del que escucha la explicación también es un buen ejercicio, volviendo a recibir los contenidos y también corrigiendo en caso de error o duda.
Como dijimos anteriormente, involucrar diferentes sentidos en la retención de información te ayudará a recuperarla posteriormente. Leer en voz alta implica que tu vista y tus oídos están participando del proceso para aplicar los datos cuando sea necesario. Incluso puedes apelar a este método cuando estudias con otras personas, así todos concentran su atención al mismo tema.
Cuando tengas el examen de admisión en tus manos, relájate. Respira hondo y no te pongas nervioso. Los nervios te llevan a la equivocación. Algo que puede ayudar es que lleves algunos caramelos de limón o chicles, para el momento que sientas ansias o nervios durante el examen.
Lee
Es importante que leas cada una de las preguntas detenidamente y traes de contestarla sin ver las opciones. Luego de responderla mentalmente, revisa las opciones y marca la que concuerda.
Resuelve las preguntas si estas totalmente seguro de la respuesta. De no ser así, evitar perder puntos por elegir la respuesta equivocada. Lo ideal es resolver las preguntas más fáciles, así no perderás tiempo. Luego puedes comenzar con las más complicadas.
Si terminaste todo el examen y aun te queda tiempo revisa tus respuestas.
La clave es averiguar cómo estudiar de la manera más efectiva y mantenerte en eso lo mejor que puedas.
Y por último, pero no menos importante... ¡Recuerda recompensarte una vez que hayas terminado los exámenes!
Te invitamos a ver el siguiente video de la serie "Consejos Prácticos Para un Examen"
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